Fantasía de perfección: un autoboicot silencioso en el mundo inmobiliario

En el mundo inmobiliario, muchas veces hablamos de herramientas, estrategias y técnicas, pero hay algo más silencioso que puede frenar incluso al mejor de los asesores: su propia mente.

Uno de los autoboicots más comunes que observo como psicóloga y formadora en este rubro es lo que llamo la “fantasía de perfección”. Es esa idea interna que susurra que “todavía no estoy listo”, “necesito formarme más”, “cuando tenga todo perfecto salgo con todo”. Y ese momento perfecto nunca llega.

La fantasía de perfección no es otra cosa que un mecanismo mental que posterga, que disfraza el miedo en forma de exigencia. Se presenta como responsabilidad, pero en realidad es miedo al error, al rechazo o al fracaso. Y lo que es peor: te aleja de la acción.

En el ámbito comercial, y especialmente en el inmobiliario, la acción es la única vía para la transformación. Podemos prepararnos mil veces, leer, estudiar, formarnos… pero si no salimos al ruedo, no hay resultados. El mercado no premia la teoría, premia la presencia, la constancia y la capacidad de adaptarse.

La perfección es enemiga del progreso. Y cuando aparece disfrazada de prudencia o de preparación eterna, está frenando tu avance.

En lugar de esperar a estar perfectos, tenemos que aprender a salir al ruedo con lo que tenemos, sabiendo que vamos a ajustar sobre la marcha. Los grandes vendedores no son los que saben todo, sino los que se animan a accionar incluso cuando no están al 100%.

La clave está en detectar cuándo estamos preparándonos de verdad y cuándo estamos postergando por inseguridad. Y desde ahí, animarnos a dar el paso que incomoda, porque justo ahí empieza la evolución.